Ni goles ni fútbol. Nàstic y Cartagena, penúltimo y último respectivamente, tenían la oportunidad de sumar tres puntos importanísimos para salir de la zona más baja de la tabla, pero no la aprovecharon. Los equipos se olvidaron del centro del campo para, únicamente, jugar al pelotazo. Dos largueros de los de Tarragona, lo único interesante.
El partido se presentaba como un choque de urgencias entre el Nàstic y el Cartagena. Los de Tarragona llegaban con sólo dos puntos y sin lograr ninguna victoria. Además, se jugaban la permanencia de Juan Carlos Oliva en el banquillo, que peligraba en caso de derrota. En cuanto al equipo blanquinegro, afrontaba al encuentro sin ningún punto y como farolillo rojo de la clasificación. Javi López está intentando dar con la tecla para hacer funcionar al equipo que recogió hace dos jornadas, pero aunque el juego ha mejorado, los resultados siguen sin llegar.
El Cartagena quiso hacerse con la pelota nada más comenzar el juego, aunque fue el Nàstic el que controló el partido gracias a una gran presión. Aun así, esto fue sólo un espejismo de lo que nos depararían los 90 minutos. Los equipos se olvidaron de controlar el centro del campo y quisieron ir directos a por el resultado. Los jugadores no daban más de siete pases seguidos para llegar a la portería contraria. En toda la primera parte, los porteros no se vieron realmente amenazados en ningún momento. Sólo una ocasión de gol por equipo.
Dos largueros del Nàstic, lo mejor del partido
Ya en la segunda parte, Josemi dio el susto del partido. Cayó al suelo tras un golpe con Peragón y tuvo que ser sustituido con notables gestos de dolor. El Nàstic ya buscaba el gol a través del pelotazo, colgando balones desde cualquier punto del campo al área defendida por Reina. En una de estas, Powel, el mejor del partido, disparó a bocajarro pegando en el larguero. Minutos después, el recién salido Luna hacía lo mismo, estrellando la bola en la cruceta.
Ya en la segunda parte, Josemi dio el susto del partido. Cayó al suelo tras un golpe con Peragón y tuvo que ser sustituido con notables gestos de dolor. El Nàstic ya buscaba el gol a través del pelotazo, colgando balones desde cualquier punto del campo al área defendida por Reina. En una de estas, Powel, el mejor del partido, disparó a bocajarro pegando en el larguero. Minutos después, el recién salido Luna hacía lo mismo, estrellando la bola en la cruceta.
Al final del partido la tuvo Goiria para los visitantes, pero su acrobático golpeo lo detuvo Rubén Pérez en línea de gol. Al final, un 0-0 que no le vale a ninguno de los dos equipos. El Nàstic se queda penultimo con 3 puntos y con su técnico en la cuerda floja. El Cartagena, por su parte, ha logrado su primer punto de la temporada. Todavía queda mucha Liga, pero a estos equipos se les empieza a agotar el crédito.
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